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¿Vender con agencia inmobiliaria o como particular?

Vender una propiedad es una decisión importante y puede acarrear muchas dudas a los propietarios. Una de las primeras, ¿Vendo a través de una agencia inmobiliaria o lo hago por mi cuenta?


EXPECTATIVAS DEL PROPIETARIO

Es perfectamente posible vender un inmueble por cuenta propia, pero las personas que venden una propiedad suelen tener ideas preconcebidas sobre su vivienda:


No necesito a nadie: la realidad es que aunque se pueda vender una propiedad sin agencia, al final vamos a necesitar a terceras personas que nos ayuden con los trámites, la publicidad. También necesitaremos de un notario, etc.


Tendré más beneficio por mi cuenta: se suele pensar que si se vende con agencia se va a perder dinero con las comisiones que cobra el profesional, pero la realidad es que ahorramos ese dinero, por otro lado. 


VENDER UN INMUEBLE COMO PARTICULAR


PROS


- Control absoluto del proceso: vendiendo una propiedad como particulares vamos a tener control


sobre cada paso que demos, marcando los tiempos y las acciones según nuestro propio criterio (publicidad, tasación, visitas…)

- No pagar comisiones: nos ahorramos la comisión que deberíamos pagar al agente inmobiliario profesional. 


CONTRAS


- Desconocimiento del mercado inmobiliario: al carecer de los conocimientos necesarios sobre el mercado, podemos cometer errores de tasación, elegir mal el momento para lanzar acciones publicitarias o desconocer las herramientas para investigar a los posibles compradores.

- Tiempo de venta: el tiempo que nuestro inmueble está en el mercado se puede alargar, condicionando la facilidad y el precio de venta posterior. 

- Trámites administrativos: al no contar con el apoyo de un agente inmobiliario deberemos hacer frente a todos los trámites administrativos que comporta la compra venta de una propiedad. 


VENDER UN INMUEBLE A TRAVÉS DE UNA AGENCIA INMOBILIARIA


PROS


- Conocimiento del mercado: el profesional inmobiliario conoce perfectamente el mercado de su zona y sabe perfectamente cuáles son sus movimientos. Por lo tanto, es más fácil que entienda la situación y valore la propiedad con un precio que permita obtener el máximo beneficio por el inmueble. 

- Menor tiempo de venta: el punto anterior se traducirá en una reducción del tiempo que el inmueble está en el mercado. De esta manera, venderemos la propiedad en el menor tiempo y al mejor precio. 

- Acceso a las herramientas correctas: el agente inmobiliario tiene acceso a las mejores herramientas y sabe cómo utilizarlas. Tanto la valoración como la comercialización de la propiedad serán más efectivas y profesionales.

- Agilización de los trámites administrativos: cuando contratamos a un agente profesional, este se va a encargar de ayudarnos con los trámites administrativos (informes de crédito, certificados, notarios…), ahorrándonos tiempo y dinero.


CONTRAS


- Menor control en el proceso de ventas: está claro que si depositamos nuestra confianza en un profesional es para que nos asesore en la toma de decisiones, pero en ningún caso para que las tome por nosotros. Esto nos ahorra tiempo, aunque delegamos parte del control sobre el proceso. 

- Pago de comisiones: es evidente que cualquier actividad profesional debe estar remunerada. En el caso de las inmobiliarias, las comisiones suelen estar entre el 3% y el 5%. Debemos decidir si este porcentaje nos sale a cuenta si sumamos el tiempo y el dinero ahorrados con su trabajo. Y tener en cuenta que la comisión solo se abonará si la agencia consigue el objetivo que es vender la propiedad, es decir, sería como si un abogado solo cobrara si ganara el juicio.





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